
¿Sabías que los productos de limpieza contaminan y nos pueden enfermar? No lo digo yo, lo dice Greenpeace, Ecologistas en Acción o la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos … Lee, lee.
Según Greenpeace, los hogares europeos contienen entre 70 y 120 sustancias tóxicas responsables de generar todo tipo de enfermedades como alergias, enfermedades de la piel, dermatitis, psoriasis, o toxicidad general del organismo.
¿Qué productos de limpieza potencialmente peligrosos tenemos habitualmente en nuestras casas? La lejía, el antical, los detergentes, los refrigerantes, los desinfectantes, los desatascadores …
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos dice que el fósforo, nitrógeno, amoníaco y los productos químicos conocidos como ‘compuestos orgánicos volátiles’ (COV) son los peores peligros ambientales en productos de limpieza domésticos. Y se encuentran en muchas cosas que usamos en casa: los detergentes para lavavajillas tienen de un 30% a un 40% de fósforo; bastantes desengrasantes tienen amoniaco; los COV están en productos para blanquear la ropa, para quitar la grasa de los platos, en desinfectantes para baños; el nitrógenos está en los limpiadores de suelo …
¿Y qué podemos hacer para evitar contaminar y enfermarnos? La solución pasa por limpiar de forma natural. Así:
Con vinagre
Ya sabes que el vinagre es un clásico para la limpieza, un comodín que te servirá para multitud de usos relacionados con la desinfección … y a un pecio imbatible.
Si lo mezclas con zumo de limón y bicarbonato de sodio, habrás `fabricado` un potente limpiador de los de toda la vida que puedes aplicar sobre un paño húmedo para baldosas, inodoros, grifería, superficies con grasa (combinado con un cepillo duro o un estropajo), espejos y ventanas (alternando el trapo húmedo con un papel de periódico seco).
Un paño de algodón (se pueden aprovechar camisetas de algodón viejas) humedecido con una mezcla de agua, vinagre, limón y aceite te dejará brillantes y, sobre todo, sin polvo tus muebles. La cera natural también es útil para abrillantar suelos y muebles de madera, y el aceite de linaza para los suelos de cerámica.
El vinagre es también un increíble aliado para la limpieza de latón, cobre y, en general, utensilios de metal: te quedarán resplandecientes con una mezcla de sal, vinagre y harina (que hace que no sea tan abrasivo), y lo puedes aplicar con sólo humedecer un trapo limpio. Para las superficies de acero inoxidable bastará con que les pases un paño con vinagre y bicarbonato de sodio.
Otra utilidad del vinagre: mezcla agua tibia con vinagre y pásala con un trapo húmedo para suprimir la cal incrustada en alcachofas de ducha, hervidores de agua, vajilla de cristal, fregaderos o escurreplatos metálicos.
La acidez del vinagre blanco ayuda a matar los gérmenes y es muy buen desengrasante. Puedes usarlo para limpiar distintas zonas de la casa:
En el baño: vierte medio vaso de vinagre en una botella, añade un poco de sal y unas gotas de aceite esencial (para evitar el mal olor) y ya tienes tu limpiador. Frota las paredes de las tazas del water con una esponja y aclara tirando de la cadena.
En las baldosas del baño y la cocina: mezcla agua fría con vinagre limpia los azulejos de la casa. También sirve para superficies con acero inoxidable, madera o cerámica.
En los cristales: prepara un recipiente con un cuarto de vaso de vinagre blanco disuelto en un litro de agua. Limpia los cristales, seca con un paño suave y limpio que no deje pelusa. A continuación, pule el cristal con un papel de periódico arrugado.
En el suelo de parquet: disuelve medio vaso de vinagre en 4 litros de agua y limpia tu parquet.
Un truco: si te atreves, puedes hacerte tus propias toallas limpiadoras de vinagre. Mezcla tres cucharadas soperas de vinagre blanco, una de jabon líquido y dos vasos de agua. Prepara unos trapos suaves y báñalos en ése preparado. Escúrrelos y ya tienes tus toallitas limpiadora para toda la casa.
El vinagre combinado con bicarbonato es también un limpiador natural muy potente. Mezcla en un bol bicarbonato y vinagre a partes iguales y úsalo para limpiar tu horno, lo librarás de toda la suciedad que no podías quitar con los productos regulares de limpieza.
También es un potente desatascador de tuberías. ¿Cómo? Así: Tira primero media taza de bicarbonato de sodio y luego otra media taza de vinagre. Si al principio ves que hay mucho bicarbonato haz el vertido en dos fases. Espera unos 20 minutos a que la mezcla actúe. Prepara unos tres litros de agua hirviendo y tírala por el mismo desagüe. Si ves que no desatasca ayúdate de un desatascador de émbolo. Repite el proceso hasta que la mezcla de bicarbonato y vinagre baje por la tubería y la desatasque.
Con limón
El limón es un poderoso desinfectante y, por tanto, puedes aplicarlo a todo el hogar. Lo primero que debes hacer es sacarle el zumo y para eso recurre al truco de las abuelas: rueda el limón sobre la mesa para se que ablande y así se saque más y mejor su zumo. Con el limón puedes limpiar …
El microondas: llena un vaso de agua y exprime un par de limones. Pon el zumo con el agua y las cáscaras del limón en un cazo y caliéntalo en el microondas hasta que hierva. Déjalo que actúe durante 10 minutos y luego limpia el aparato con un paño seco. Así desinfectarás el micro y quitarás sus malos olores.
Los grifos del baño, la cocina …: exprime un limón y pasa el zumo por un colador fino para quitar los restos de pulpa o semillas. Empapa un paño de algodón en el zumo y pásalo por los grifos. Déjalo actuar durante unos 10 minutos y luego retira el zumo con agua templada o un paño húmedo. Si el agua de tu casa es muy dura añade un poco de vinagre para que limpie mejor. También puedes optar por frotar directamente el limón en los grifos si necesitan una limpieza muy profunda.
Los muebles de madera: mezcla una cucharada de zumo de limón con aceite mineral en una botella con spray y aplícalo a tus muebles de madera usando un paño suave. Brillarán como nunca.
Las tablas de picar comida: vierte zumo de limón sobre al tabla y frótala con el mismo limón. Déjalo reposar durante un par de horas y enjuágala con agua. Así eliminarás los restos de comida, desinfectarás y le quitarás el color amarillento que cogen las tablas de plástico.
En el lavaplatos: puedes añadir un poco de zumo de limón en el jabón en gel del fregaplatos para potenciar su poder desengrasante.
El limón no se debe usar en los suelos, especialmente si son de mármol o granito, pero sí que funciona muy bien para quitar manchas y dar brillo a los azulejos. Por ejemplo, se pueden limpiar las juntas sucias de los azulejos aplicando zumo de limón con un poco de jabón en polvo. La mezcla se debe aplicar con un cepillo de dientes y frotar fuerte. Luego se enjuaga con agua.
La combinación del limón con bicarbonato es excelente para blanquear ropa que te haya quedado amarillenta. Hay múltiples opciones para combinarlos, hay van algunas: añadir medio limón dentro de un calcetín a la ropa una vez esté dentro de la lavadora, poner a remojo tu ropa para blanquear en un barreño que contenga agua, jabón neutro, un poco de sal y el zumo de 2 limones o también echar dos cucharadas de bicarbonato al agua en la que laves a mano ropa blanca.
Con bórax
Esta sal mineral que puedes adquirir en las droguerías limpia eficazmente, desinfecta y suaviza las aguas duras.
Además, igual que el vinagre, puedes usarlo como sustituta de la agresiva lejía. La taza del WC queda impecable si echas una mezcla -y dejas que actúe durante 6-8 horas- de una parte de bórax con media de vinagre.
Ojo porque puede ser tóxico en cantidades altas, así que echa como máximo un taza de bórax con media de vinagre …
Recuerda que siempre tienes la opción de comprar productos de limpieza que estén libres de amoníaco o cloro para evitar sus efectos nocivos tanto en ti como en tu entorno.
Con piedra pómez
Compra piedra pómez en cualquier ferretería o súper. Y luego sólo tienes que aplicarla en tu inodoro para librarlo de sus manchas.
Con aceites esenciales
Una vez domines los clásicos vinagre y limón en la limpieza de tu casa, puedes pasar a la fase más sofisticada: los aceites esenciales. Y ahí aparecerá en tu vida el aceite del árbol del té, que te servirá para limpiar el baño y la encimera de la cocina, además de para otras muchas cosas. Pero vamos a concentrarnos en el caracter limpiador del aceite del árbol del té. Disuelve 25 gotas de esta sustancia en medio litro de agua. Ponlo todo en un pulverizador y úsalo para limpiar el baño o la encimera de la cocina.
Puedes fabricarte tu propio limpiador con aceites esenciales. Mezcla un litro de agua con una taza de vinagre blanco destilado y unas 10 gotas de aceite esencial. Ponlo todo en un recipiente con difusor y ya tienes tu limpiador que puedes usar en:
Suelos: te recomendamos dos opciones, la lavanda, tiene un aroma floral muy fresco y repele las pulgas, moscas y mosquitos, y el pino que elimina gérmenes y también repele a los insectos.
Baños: Si tienes puertas de cristal en tu bañera o ducha puedes limpiarlas dos veces al mes con aceites esenciales. También puedes rociar el borde interior de la taza del baño con tu limpiador hecho con aceite de árbol de té. Déjalo actuar durante 30 minutos y luego friégalo.
Tags: reciclaje
Todos los comentarios y consejos me son de mucha utilidad. Gracias.
Genial este artículo. Gracias por compartir información tan valiosa como esta. A ver si poco a poco vamos transformando el mundo mediante pequeños pasos.
No soporto el olor del vinagre, ,me pone enfermo…
Geniallll todos los truquisss,
el vinagre con bicarbonato es espectacular para la limpieza del wc y del fregadero.
Es espectacular su desinfección
Muchas gracias
Fantásticos los consejos y de gran utilidad. Muchas gracias