Hace calor, nos pican los mosquitos y todavía estamos en la ciudad soñando con las vacaciones. Suficiente para ponernos de mal humor, ¿no? El calor nos pone irritables y agresivos … No lo digo yo, lo dicen los expertos según apunta El País.
En el Centro de Salud de La Unión en Murcia se analizó durante nueve años los informes de urgencias del Hospital Psiquiátrico Román Alberca y los comparó con los partes metereológicos locales. Este fue el resultado:
1.- Más trastornos obsesivos compulsivos con temperaturas superiores a 30 ºC.
2.- Más urgencias psiquiátricas los días con brisas y vientos del este (también las jornadas cubiertas y lluviosas)
3.- Más delirios cuando hay una humedad superior al 60%.
Es decir, el calor intenso nos pone de mal humor. Y lo corrobora Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense: “puede generar decaimiento, fatiga y al mismo tiempo puede traducirse en irritabilidad, cambio en el ánimo, por no hablar del impacto sobre el descanso. Cuando hace mucho calor cuesta conciliar el sueño y eso incrementa la sensación de cansancio y malestar general durante el día, que al final conduce a un peor humor”.
El termómetro humano
Nuestro cuerpo adapta su temperatura a la que hay en el exterior gracias a un sistema regido por el hipotálamo. Ahí se equilibran los mecanismos de producción y pérdida de calor mediante el sudor, el aumento de la frecuencia cardíaca, la dilatación de los vasos para incrementar el flujo sanguíneo de la piel y generar pérdida de calor en el exterior por irradiación, además del aumento de la frecuencia respiratoria.
Cuando la temperatura externa aumenta de repente con una ola de calor el esfuerzo de nuestro cuerpo para adaptarse a las nuevas circunstancias es grande porque no estamos acostumbrados a esas temperaturas. Cuando el calor es continuo durante días y noches, nuestro cuerpo también se resiente y llega el mal humor …
Cómo estar fresquitos (y sin mosquitos)
Y si la fuente principal de nuestro mal humor es el calor, habrá que acabar con ella, ¿no? La solución radical es un aire acondicionado que nos mantenga fresquitos, aunque también tiene sus riesgos: resfriados, subidón en la factura de la luz … ¿Qué tal unos remedios más naturales? Echa un vistazo.
Trucos para dormir fresquito y sin aire acondicionado
Y, aunque los expertos no hablen de ellos, los mosquitos también son, probablemente, responsables directos de nuestro mal humor en verano. Y también podemos combatirlos.
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