
La Comunidad echa chispas con los casos de fiestas en pisos en alquiler y cómo de pintado se devuelve el piso cuando el inquilino se marcha. Son las historias de Luis y Sergio. Ellos piden consejo. Y aquí les contestamos.
Luis: “¿Puedo echar a un compañero por montar fiestas?”
Luis comparte piso en alquiler con otras tres personas y está cansado de de las fiestas de uno de sus compañeros:
“Soy un inquilino de un piso en el que convivo con otras tres personas desde hace un par de semanas. El caso es que uno de mis compañeros ha celebrado ya dos fiestas en las que ha metido en el piso a unas 20 personas.
Obviamente, el contrato que firmamos indica expresamente que no se pueden realizar fiestas en la vivienda, más que nada por los ruidos.
Yo quiero denunciar esta situación a la dueña del piso para que haga algo al respecto (todos nosotros somos inquilinos y aparecemos en el contrato), pero tengo miedo de que en lugar de echar solamente a la persona que organizó las fiestas, nos desahucie a todos nosotros. ¿Qué debería hacer?”
La respuesta para Luis tiene mucho que ver con la diplomacia. Y este sería un buen plan de acción:
1.- Hacer frente común con los otros dos inquilinos que NO hacen fiestas
Debe hablar con las otras dos personas que NO hacen fiestas e intentar hacer frente común para que el que SÍ las hace se controle. Son cuatro contra uno, seguro que pueden convencerle.
2.- Gestionar con la casera la salida del inquilino ruidoso y hacer un nuevo contrato de alquiler
Si aún así sigue armando ruido en la vivienda debería entonces hablar con la casera para ver cómo se puede solucionar el problema. Lo mejor sería que el inquilino ruidoso dejara el piso acabando con ese contrato de alquiler y firmando uno nuevo con los inquilinos que se quedan.
¿Qué se puede hacer contra el ruido? Para convencer al inquilino ruidoso de que deje de organizar fiestas o se vaya a vivir a otro sitio, se le puede explicar que nadie está obligado a soportar los ruidos que excedan de los límites máximos establecidos por la normativa local o autonómica, normalmente de 30dB en horario nocturno.
¿Cómo debe ser el ruido llevarlo ante un tribunal? Una extensa sentencia de la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca del 11 de octubre de 2011 nos lo cuenta. Para que el ruido constituya “inmisión” enjuiciable como conflicto, en el marco de las relaciones de vecindad, es preciso que se produzca todo esto:
A) Injerencia indirecta en la esfera jurídica ajena.
B) Producción en el ejercicio de las facultades de uso o goce sobre una finca.
C) Introducción en finca ajena con repercusión en las personas o sus bienes.
D) Persistencia, reiteración o continuidad de la injerencia sonora.
E) Amenaza, iniciación y cesación de la inmisión sonora.
¿Cómo se debe actuar frente al ruido excesivo? Pulsa aquí para averiguarlo.
Sergio: “El casero me quiere cobrar la pintura de la habitación”
Sergio es un inquilino que quiere marcharse de la habitación que alquila, pero ahora el casero quiere descontarle de la fianza los gastos para pintarla de nuevo …
“Llevo 3 años en una habitación, he visto otra más cerca de mi trabajo y me quiero marchar. El casero ha entrado en mi habitación y dice que me descontará 50€ de la fianza.
En el contrato no se ha especificado nada sobre la pintura de la habitación, ¿estoy obligado a darle 50€ x gastos de pintura? ¿está obligado el casero a hacer un mantenimiento del piso como pintar las paredes cada cierto tiempo?”
Si el contrato de alquiler no dice nada sobre cómo debe estar la pintura de la habitación cuando se vaya, entonces, Sergio no debería pagar la pintura. Eso lo digo basándome en la sentencia de la SAP Madrid 2/10/2015 en la que argumenta que si se pactó que se devolvería la vivienda con las paredes y suelos en perfecto estado de pintura y pulimento, el inquilino debe pintar nuevamente la vivienda respetando los colores originales.
Si se hubiera pactado que el Sergio debía devolver la habitación pintada, entonces sí que debería pintarla o pagar su pintura antes de marcharse.
Alquilé mi piso, con un ajuar espléndido y mobiliario en perfecto estado, la devolución fué triste y viví la experiencia como un abuso, llegaron a robarme detalles del mobiliario y rompieron UNA preciosas sillas de diseño. . Con las fiestas que hacían rompieron varias lunas de las puertas en numerosas ocasiones. Decidí con el dinero ahorrado hacer obra y alquilar a personas más civilizadas y con más necesidad de tener un puso limpio y ordenado. Nunca más volveré a alquilar a estudiantes