
Berlín ha sido la primera ciudad alemana en aplicar la ley que aprobó el Parlamento Federal para limitar el precio de las viviendas en alquiler. Lo hizo el pasado 1 de junio y la medida establece que la renta de los nuevos alquileres sólo podrá subir un 10% respecto a las que aplican las viviendas similares de la zona. Los pisos de nueva construcción puestos en alquiler por primera vez después del 1 de octubre de 2014 y los que hayan sido rehabilitados quedan fuera de esta normativa.
Cuando el alquiler subía del 25% al 78%
El precio del alquiler de un piso en Berlín había subido del 25% al 78% dependiendo de la zona en los últimos cinco años (2009-2014). ¿Por qué? porque todo el mundo se mudaba a vivir en Berlín y eso hizo que la demanda de vivienda incrementara notablemente y, como consecuencia, su precio. Un 10% de las personas que han emigrado a Alemania desde 2011 se han establecido en Berlín. Entre 2004 y 2013 hubo un incremento de 86.161 hogares y sólo 42.649 viviendas terminadas. Es decir, hay una escasez de viviendas del 50%. Además, el 70% de la nueva construcción ya tenía dueños o inversores privados, sólo un 30% se destina al alquiler.
Tradicionalmente, en Berlín se prefiere alquilar: más del 50% de los ciudadanos optan por alquilar y más del 85% de los compradores son inquilinos.
Ola de protestas de inversores
La nueva ley que limita lo que se puede pedir por una vivienda en alquiler puede que haga variar la tendencia al alquiler vs compra en el mercado inmobiliario alemán y berlinés más concretamente.
Según relata Einar Skjerven, director general y propietario del Grupo Skjerven a Cinco Días, compañía de inversión inmobiliaria con sede en la capital alemana, los inversores no emplearán su dinero en reformar los apartamentos, ya que obtendrán un retorno similar al alquilarlos tanto si lo hacen, como si no. Consecuencia: “aumentará la demanda del mercado privado, pues la gente no querrá alquilar un piso de baja calidad, querrá tener uno en propiedad para poder mejorarlo”, explica.
“A largo plazo, será terrible para los arrendatarios, no porque sea barato en el futuro, sino porque la calidad de los edificios de apartamentos en arrendamiento en Berlín caerá”, subraya.
Según Michael Schlatterer, director y líder del equipo de valoración de CBRE, lo que todo el mundo espera en los próximos meses es que se produzca una “ola” de inversores acudiendo a los juzgados para protestar porque, debido a la ley, los precios de las viviendas no reflejan los del mercado. Es probable, comenta, que, como en otras ocasiones, escuchen sus protestas.
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